En esta fecha del año, cuando cada uno de nosotros hace su "balance", tengamos presente siempre dos cosas:
Que los tropiezos y los golpes duelen menos cuando se comparten con aquellos a los que uno ama Y Que los triunfos se hacen mucho más grandes, y se disfrutan mucho más, cuando se festejan con aquellos a los que uno ama.
Nadie se salva solo.
Que el 2013 nos permita seguir avanzando hacia la Felicidad.
Cada uno de nosotros busca ese deseado mar de la Felicidad esquivando los obstáculos, como un pequeño arroyo que se filtra entre las piedras que, muchas veces, obstruyen el camino.
Unos y otros eludimos esos obstáculos con mayor o menor dificultad. Algunos, incluso, se diluyen en el esfuerzo y abandonan.
Qué el 2013 nos permita reunirnos para avanzar juntos hacia el futuro, como pequeños arroyos que confluyen en un río firme, caudaloso, que engrosa su volumen con el aporte de nuevos y nuevos arroyos.
Y que ese río nos conduzca a todos hacia ese mar de Felicidad que buscamos. Y que, debemos convencernos, alcanzaremos todos unidos
Les hago llegar un gran abrazo y un pequeño regalo
Con toda la angustia y todo el
dolor con que se despide a alguien a quien no quisiéramos despedir nunca.
Y, en realidad, no lo despedimos
Porque hay hombres a los que nunca se les dice adiós.
Siempre estarán.
Siempre seguirán presentes muy adentro nuestro, en el amor que supieron
despertar en nosotros a lo largo de sus vidas.
Siempre vivirán en el amor que un Pueblo entero siente por ellos.
Pocos artistas, pocos hombres, llegan a despertar un sentimiento tan
fuerte.
Leonardo Favio,
Días atrás conversábamos en Cambio
y Futuro en el aire sobre la costumbre de nuestra sociedad de agasajar a
los grandes después de su muerte.
Ha ocurrido con muchos.
Durante la vida no todos recibieron el aplauso que merecían.
La muerte les otorgó ese reconocimiento
que no siempre habían recibido en vida.
Con Leonardo Favio ha sido distinto.
Algunas generaciones lo conocimos
en tiempos en que se veía obligado a empeñar la plaqueta de un premio recibido
por una película para poder encarar el financiamiento de una nueva creación.
Aunque parezca una fábula, ocurrió así.
Muchos que peinamos canas lo vimos confesarlo con resignada ironía en
algún programa de televisión.
Otros lo descubrieron cuando se decidió a cantar.
Y en tan solo 60 días se convirtió en el artista nacional más escuchado
y sus discos volaban de las disquerías de entonces. Fue el hit de ese año!
Sus creaciones cinematográficas se convirtieron en un imán que
despertó la admiración y el aplauso de amigos y adversarios políticos.
Desde aquella “Crónica de un niño solo”, casi autobiográfica, hasta la
deslumbrante versión de “Aniceto” convertida en un ballet de una exquisitez estética deslumbrante.
Su compromiso político no podía ser otro.
El peronismo fue su compañero de viaje durante toda la vida.
Se crió en la pobreza, el dolor, el desamparo, el sufrimiento.
Y vivió las transformaciones que el peronismo produjo en esa sociedad de
excluidos, postergados y maltratados, de la que había formado parte en su
niñez.
Y amó al peronismo como una religión.
"Yo no soy un director de cine peronista;
soy un peronista que hace cine.
Trato de no usar mi arte para bajar línea política, porque
tengo miedo de que se me escape la poesía"
"Pero hago cine como peronista"
"Ese es nuestro oficio: testimoniar el
llanto, testimoniar la historia, ser memoria".
Ese mundo de su infancia lo
acompañó a lo largo de la vida como un ADN.
Cada paso que dio, cada creación artística estuvo impregnada de ese amor
reivindicativo.
Ese amor solidario y dolorido frente al sufrimiento de los más débiles,
de los más humildes, estuvo presente en toda su obra como director de cine.
Sus personajes fueron los “anti-héroes”, los “héroes de abajo”, los
niños desvalidos, los que, mas allá de sus triunfos ocasionales, fueron siempre
los grandes perdedores de una sociedad injusta.
Una sociedad que el peronismo llegó para transformar, para hacer más
justa, más solidaria.
El romance del Aniceto y la
Francisca, en oportunidad de su estreno fue calificada por la
crítica más exigente, como la “mejor película argentina de todos los tiempos”
Similar aplauso generaron “Moreira”, “Nazareno Cruz y el lobo”, “Gatica”.
Fueron personajes de esa inmensa galería que desfiló por su obra.
Vencedores vencidos, perdedores que triunfan; para todos hubo lugar en
sus creaciones.
Compañeros y adversarios políticos coinciden en saludar su enorme
talento creador y su permanente coherencia ideológica.
Como cantante fue un sensible transmisor de los sentimientos más humanos, más
cotidianos: el amor, el dolor por una ausencia, la alegría de un reencuentro.
Sin ser un militante orgánico, tuvo al peronismo como algo muy íntimo,
muy profundo.
Trabajó incansablemente, reuniendo los elementos más diversos, capaces de testimoniar ese amor por lo que representó, y representa, en la vida del país el peronismo, y construyó
ese enorme homenaje documental que es "Perón, sinfonía del
sentimiento!"
Hace pocos años, en agosto
del 2006, le preguntaron como veía el presente. Favio describió así ese presente:
"¿Cómo lo veo?
Maravillosamente bien. No es fácil la tarea en la que está envuelto este hombre.
Yo diría que, finalmente, después de más de cincuenta años, no tenemos un político
en el gobierno: tenemos un conductor, un tipo que te convence con hechos
concretos. Y despojado de toda hipocresía política. Pero, además, con mucha
visión y mucho talento. Me gustaría que lo supiéramos preservar.”
En los últimos años, manifestó reiteradamente su
firme apoyo a los gobiernos de Néstor y Cristina: "Desde la primera
presidencia de Perón, éste es el mejor gobierno que hemos tenido. Están
reconstruyendo un país, después del bombardeo que hemos sufrido, después de
años de padecer a gobernantes que se peleaban por ver quién les jodía más la
vida a los argentinos. Creo a muerte en este gobierno", sentenció, en una
entrevista.
En su última aparición frente a público al recibir en
2009 los “Cóndor de Plata!” por Aniceto, expresó:
"Nadie podrá decir de mí que fui un
desagradecido", y lo demostró agradeciendo el presente político y cultural
de la Argentina,
"con el que soñaba desde chico".
Ayer, 5 de noviembre de 2012, a los 74 años inició
el viaje a la Gloria.
Por allá lo recibirán Hugo
del Carril, Carpani, Walsh, Cámpora, para agradecerle su homenaje, su amor, su
compromiso permanente. Seguramente se sumarán a la rueda Juan Domingo Perón y Néstor Kirchner
Como siempre, allá, en la Gloria, TODOS UNIDOS gracias You Tube Gerardo Abbruzzese
Armando Tejada Gomez, el gran mendocino autor obras que nos emocionan cada
día más, conmovió al mundo entero con “Hay un niño en la calle”. En aquel poema, Armando
evoca su propia infancia de niño pobre, de canillita, de lustrabotas. Le canta a Pedro Changa, a Juan, a Lucas Romero, a Florencia Arboleda, a
El Porfiao, a la Juana
Robles, y a tantos personajes inolvidables. Nos
desborda de ternura cuando evoca a aquel vecinito rubio, "alimentado a
lirios", a cuyos padres deslumbró "dibujando caballos", y
que lo lleva a enseñarnos que "un amigo es la vida dos veces". Ya en la
adolescencia, se gana la vida como bracero. Trabaja, conoce la solidaridad y la
protesta de los explotados. Sufre con ellos cada injusticia y cada
reclamo.Porque es
uno de Ellos. Y pinta como nadie las contradicciones y las injusticias del
mundo como solo pueden hacerlo quienes las han vivido, y sufrido,
intensamente.
Pero
también les escribe a los otros, a los generadores de tanta pobreza,
miseria, e injusticia, como la que sufrió en carne propia y en la
carne de “su gente”, de su querido Pueblo. El poema
“Oración por mi enemigo” culmina magistralmente el libro PROFETA EN SU TIERRA,
la antología que reúne lo mejor de la obra de este mendocino capaz de
expresar:“...digo que un hombre solo, solo es un hombre solo y que no tengo
tiempo de amparar solitarios...” Armando
Tejada Gomez “se fue de gira” un 3 de noviembre de 1992. Hoy, 20 años después,
nos permitimos tomar su poema y difundirlo.
Porque han pasado muchos años, pero el enemigo sigue siendo el mismo.
Gerardo Abbruzzese
Armando Tejada Gómez
Argentina
Oración por mi enemigo
El enemigo es breve como un siglo,
algo más que un colmillo, menos que una araucaria,
suele esperar afuera, repta detrás del viento,
puede herir a mi hermano si se demora el alba.
El enemigo es breve, pero puede hacer daño:
cortar un gajo ahora, envenenar mi canto,
puede hacer que me nazcan cuchillos de los dientes
y buscarme la boca para luego acusarme.
El enemigo sabe que no tengo parientes
ni blasón en la puerta ni abuelos magistrados,
puede hurdir que soy vago y mal entretenido
y mostrar las hilachas de mis antepasados.
Puede, como ha podido todo este breve tiempo,
pasar gato por liebre y comerse el venado
mientras la buena gente me mira a la intemperie
y en tanto se persigna me da vuelta la cara.
Es un Goliath de hierro el enemigo mío:
gigantesco, electrónico, atómico, blindado,
pero es breve, epidérmico, aéreo, bullanguero
y olvida entre su estrépito que yo vengo de abajo,
que soy un sacerdote del aire y la madera
y que escribí la biblia entre el dolor y el fango;
que no hay flor en la tierra que no me considere
no digo el jardinero, pero digo su hermano;
que el cereal, el último cereal que nos quede,
lleva en su piel, ardiendo, el calor de mis manos
y que el pan que se come cuando muerde la espiga
le filtra en la saliva el sabor de mi sangre.
El enemigo es loco y breve como un siglo.
Imagina que Cristo es un hombre y tres clavos
y porque nunca supo cuánto dura un rebelde
bebe su hiel y eructa hacia las navidades,
oficia fríos rezos en la misa del oro,
gatilla las tinieblas, bombardea arrozales,
tiene un perro, una amante y dos sicoanalistas
que le amansan la muerte dos veces por semana
y él, que nunca me ha visto ni por fotografías,
cree que ando en su sombra y soy una navaja.
De noche, cuando cae a la estepa del
sueño,
cuando lo desenchufan sus enchufados amos,
transpira, grita, salta y enrosca su culebra
igual que una culebra herida por el rayo.
Nadie puede con él dormido ni despierto
ni bonachón ni alegre ni triste ni nostálgico:
ha sido condenado a llevarse a sí mismo
y quién puede impedir que esté solo de a ratos?
Yo que siento y consiento la piedad por la
vida,
que amo desde hace siglos la salud de los árboles,
pienso que él debería regresar al origen
y aprender con la flor los rituales del agua.
Pero ¿quién lo desnuda como en un nacimiento?
¿Quién le olvida la sombra, los crímenes, el cáncer?
¿Cómo lo llevo herido a un sitio campesino y digo:
pan o hierba, sin que la vida estalle?
Y acaso, digo acaso porque todo es posible,
¿él puede en lo profundo volver a la inocencia?
¿Puede mirar a un ciervo porque sólo es de música
y no matar su leve sinfonía en el aire?
Él que no entiende nada que no sea de acero,
de dólar consistente, de exacto porcentaje,
¿soportará sin riesgo adentro de su pecho
el enorme estallido del amor en su sangre?
¿Esas detonaciones de los niños en ronda?
¿La madre que los llama con la torcaz y el álamo?
¿No sacará el revólver cuando vea la vida
frágil como la lluvia, desnuda como un cántaro?
¿No empezará de nuevo este torpe asesino
a jugar al guerrero y a comerse el venado?
Yo sé que mi enemigo es breve como un
siglo,
un colmillo en cenizas, menos que una araucaria,
hay pueblos que lo asedian delante de los vientos
y ya no tienen tiempo para esperar el alba.
Pobre de mi enemigo, tan breve en su
masacre!
Aquí, al pie de los vientos, digo: que en paz descanse.
Escrito
por Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde
Serán los vencedores
de Caseros los que derogarán la ley de Aduanas de Rosas (1854) y terminará con
la industria y el artesanado interior.
ROSAS Y
LOS RECURSOS MINEROS
Aleccionado por la experiencia de las compañías mineras de la
época rivadaviana, Rosas impide la participación de extranjeros...en su
explotación.
Ante la tentativa de un tal Mr. Ledger de explotar las minas de
Famatina, Rosas hace saber al Gobernador de La Rioja , que “los extranjeros, en calidad de
tales, estaban excluidos de especulaciones y cualesquiera otras empresas de
minerías”.
Se ha sostenido, por los “críticos”, que Rosas no tenía interés en
promover las explotaciones mineras.
Asimismo, le han censurado a Juan Manuel no haber dado a la
industria del interior provinciano los medios técnicos suficientes para su
expansión.
Ignoran esos críticos, por ejemplo, que durante el gobierno de
Rosas se introdujo el molino y prensa de lana a vapor y los hornos de limo del
Paraná.
Pero además, creemos que la interpretación no debe remitirse a las
intenciones subjetivas del gobernante, sino a las posibilidades objetivas que
tenía por delante.
Algo similar ha ocurrido con el petróleo y el desarrollo de la
industria pesada en la época de Perón.
Se le ha objetado a éste, no haber promovido con mayor vigor la
“batalla del petróleo” y no haber impulsado la industria pesada, en lugar o con
posterioridad a la liviana.
Las posibilidades objetivas de Rosas y Perón se miden por lo que
ocurrió después de sus respectivas caídas.
Sarmiento –una especie de Alfredo Palacios de su época- no
vacilará en entregar el mineral argentino al extranjero.
La “batalla de las minas”, dada por Sarmiento, se transforma en
“batalla del petróleo” dada por los diversos gobiernos “desarrollistas”.
En ese último caso los beneficios van a parar a manos de los
“cártels” petroleros norteamericanos.
Serán los vencedores de Caseros los que derogarán la ley de
Aduanas de Rosas (1854) y terminará con la industria y el artesanado interior.
A la vez entregarán las minas a empresas londinenses (circa 1860).
Analógicamente, son los “libertadores” y todos sus derivados, los
que desmantelan la industria liviana promovida por Perón.
Los ideólogos del “progresismo abstracto”, son los mejores
colaboradores del neo-imperialismo.
Sobre los hombros de Urquiza –un Lonardi anticipado- vendrían los
“progresistas”, y también los brasileños, hacia el palomar del señor Caseros.
·Rodolfo
Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde: “Baring Brothers y la Historia Política
Argentina” (Cap. III, “Juan Manuel de Rosas y la resistencia nacional: Rosas y
los recursos mineros”). A. Peña Lillo Editor S.R.L., 2da. Edición, Buenos
Aires, 1973.
NOTA DE LA
NAC &POP:El menemismo dejo abrochada la explotación de la
minería en Argentina, después de la “Ley Mazza”, por muchos años, sin impuestos
de ningún tipo (salvo una pequeña tasa que se abona después de hacer una
“Declaración jurada” sin contralor alguno)a favor de las empresas del Commonwealth, Canada, Australia, Nueva
Zelanda, Sudafrica. Esas mismas empresas consolidaron lazos con la suspirante
Chile, cuya burguesía adoraría pertenecer al conglomerado pro británico. Esa ligazón
con los chilenos también condiciona nuestra libertad minera. Salir de ese
laberinto es difícil. La expotación minera en la Argentina es ideal para
la inversión a largo plazo de los ahorros de los trabajadores vía ANSES.
Creo que, como dice Martín García, éste es EL DEBATE
PENDIENTE.
No podemos seguir permitiendo que se lleven el cobre
sin refinar, como ocurre desde hace 15 años, mientras nosotros seguimos importando ese
mismo cobre refinado para elaborar cables conductores eléctricos (entre otros
bienes)
Ahora llega el “tiempo del litio”. ¿Ocurrirá lo
mismo?
¿Miraremos indiferentes cómo los consorcios
internacionales extraen y se llevan un Recurso Natural No-Renovable y, luego,
nos venden los bienes elaborados con ese mismo recurso?
Hace muchos años que Galeano escribió “Las venas
abiertas de América Latina, como no darnos por enterados.!!!
Y muchos años antes, Juan Manuel de Rosas se había
plantado en defensa del Patrimonio Nacional frente a los intereses
extranjeros.
Otro tanto hizo en su gobierno el General Perón.
La reforma "neo-federal" del 94, permite
que cualquier gobernador, presionado por necesidades financieras DE SU
Provincia, conceda licencias a cualquier empresa minera para que se lleve lo
que necesita.
Hay que volver al espíritu del art. 40 de la Constitución del
49.!!!
"Los recursos NO-Renovables pertenecen al Pueblo de la Nación Argentina
y deben ser administrados por el Estado Nacional, en colaboración con las
Provincias". (art. 40)
Nadie ha logrado sembrar cobre, litio, oro o
petróleo, para que vuelva a crecer
Lo que se extrae...se agota.
No existe más.
Por lo tanto: ¡QUE SE INDUSTRIALICE EN EL PAIS!.
Ya Evo Morales lo manifestó en la Casa Rosada ,
invitando a nuestra Presidenta a asociar a nuestros países para su
explotación.
Fuimos hijos suyos, es cierto. En todos los sentidos:
hijos de su ejemplo y voluntad puesta al servicio del pueblo; hijos en el amor y
respeto que se siente por un padre querido; hijos que por la magia de una
palabra: “compañeros”, se transformaron en “hermanos”.
Así lo sentimos a
Perón, como a un padre.. Padre Eterno le gustaba llamarse, y tenía razón: sus
hijos nos peleábamos como suele suceder entre los hermanos, pero guay que de
afuera nos torearan: ahí formábamos uno en su defensa.
Pertenezco a la
generación de los únicos privilegiados, la de quienes leíamos Mundo Infantil
antes que Billiken, para descubrir después, gracias a quienes aprendieron con
los Vigil, que eso era “adoctrinamiento”, y lo de ellos ¿qué?. Con la diferencia
que así nos formábamos con una mentalidad nacional, “flor de ceibo”, mientras
que la de ellos era un adoctrinamiento hacia doctrinas de “progreso y
liberalismo” que le abrían las puertas al imperialismo.
Cuando en el ’55
dejamos atrás la niñez privilegiada, esas lecturas fueron responsables de que
nuestra adolescencia tuviera olor a clorato de potasio y azufre, mientras que la
de los adoctrinados por Billiken podía disfrutar de chicles-goma “Bazooka” ó los
beneficios del nylon importado de USA...
Crecimos de golpe en medio de bombazos y
persecuciones: los padres de nuestros compañeros eran las víctimas de la
“libertad recuperada”: Vergara Russo, moría el 16 de
junio en Plaza de Mayo; Cogorno fusilado
un año después.
Ahí nos hirvió la sangre rebelde que Evita nos
inculcara: empezamos la lucha por el retorno de nuestro Padrecito con lo que
teníamos y podíamos. ¿Acaso no se habían usado piedras y aceite hirviendo para
contener las invasiones inglesas?¿Por qué no podríamos hacerle la pata ancha a
estos nuevos invasores disfrazados de “libertadores”?
Espontaneísmo, voluntarismo, desconocimiento de las
condiciones objetivas y subjetivas; amén de las climáticas y estratosféricas; de
todo pueden ser acusados estos tozudos hijos de Perón que se jugaron por su
retorno, que dieron su vida por él y soñaron con una patria liberada. De todo,
menos hijos de puta.
Qué fácil resulta tener razón a posteriori, pero que
lindo fue equivocarse defendiendo “lo que Perón nos legó: una Argentina “libre,
justa y soberana”, como decía una canción de la época.
Fragmento de Cazadores de
utopías
Qué lindo fue tener un padre como Perón, con perdón
de los psicólogos, los sabios y los que se las saben todas.
Y qué lindo fue tener hermanos como aquel Tito
Bevilacqua con el que vendíamos “Palabra Argentina” y luego nos metíamos en los
cines para silbar al almirante Tessaire cuando desde la pantalla denigraba a
Perón y el peronismo; ó aquel otro, Felipe
Vallese, “Misterix” por su impermeable blanco abotonado en doble hilera,
parecido al del personaje de historieta, con el que nos escapábamos juntos
después de haber recuperado “armas para el pueblo” y, sentados en el fondo del
406, decirnos mutuamente una gran mentira: “esto no es para mí, yo no me meto
más en nada”;
O aquel gigante Gustavo Rearte que nos conducía con una
sonrisa y se tiroteaba con la policía defendiendo su libertad; ó con Jorge Rulli
refugiándose en Montevideo, sobreviviendo junto con otros compañeros, gracias a
las noches de póker con que el “Gordo
Cooke” hacia una diferencia para ayudar a los
“muchachos”,
O el bueno de Dardo Cabo,
distribuyendo gelinita a los compañeros de la Resistencia, siguiendo las huellas
de su padre, preso en Caseros, porque como decía el General: “hijo de tigre,
overo ha de ser”. Y después yéndose a Malvinas en un avión que no era suyo, para
recuperar lo que era nuestro; ó el Petitero, el Anguila, el del Poncho Colorado,
que nunca supe como se llamaba, que venía de la U.B. Facundo Quiroga, de allá
por Urquiza, toda aquella barra de Corrientes y Esmeralda, “que juró lealtad al
conductor /luchará si fuera hasta la muerte/ por la Patria y también por Juan
Perón.
Qué lindo fue entreverarse en todos esos entreveros
con tantos hermanos que sí los puedo y debo nombrar por ser ó haber sido hijos
de Perón: el Vasquito Unamuno, que se nos fue apagando por esas putas
enfermedades que te matan lo que el plomo de una 45 respetó; aquellos que como
José Luis Nell venían del nacionalismo fierrero y se fueron entregando en cuerpo
y alma en este peronismo montaraz que trataba de pegar fuerte y duro para
destruir “la oligarquía y los imperialismos en simulada pugna”, porque sobraba
tanto coraje y amor por el Viejo que no a uno, a una tribu entera de
imperialismos nos atrevíamos los hijos de Perón.
...Y cuando nos tocaba
perder, perdíamos. Calladitos, nomás. Avergonzaditos, nomás. PERO DE PIE. Con la
“mirada desafiante” como decían las crónicas policiales.
Los hijos de
Perón fuimos duros y tiernos, serios y jodones, dialoguistas y “apretadores”,
enamoradizos y olvidadizos, cantores y gritones, apresurados y retardatarios,
pobres y pobrísimos.
Nosotros, pobres de solemnidad, pobres vinimos al
Movimiento, pobres lo servimos aún cuando millones pasaron por nuestras manos, y
pobres seguiremos hasta el día en que nos vayamos a jugar con el Viejo arriba en
alguna nube.
Pobre ejemplo le dejamos a quienes, por ser los “nietos de
Perón”, tendrían que saber que la política no es un medio para enriquecerse ni
servirse, para trepar y trepar.
...Los hijos de Perón seguimos creyendo
que es realista pedir lo imposible; ó que podemos alcanzar las estrellas aunque
estén muy altas; ó que “se puede y se debe” vivir como hermanos...
[Extraído de “Envar El Kadri. Historias del Peronismo
Revolucionario”] Con todo el agradecimiento a los compañeros de "el ortiba"
Homenaje a Envar Cacho El Kadri producido por el CIRA y auspiciado por el INCAA (2012) Nuestro agradecimiento a los productores y a todos quienes pariciparon. ¡¡Gracias a todos los compañeros!!