No les da respiro. Día a día les pone la tapa a los mediocres. Mientras se caen las máscaras del Pro, mientras más desatinos salen de la boca de Carrió, mientras toda la oposición se ausenta de los anuncios y proyectos, ella le da para adelante. Para regocijo de quienes la queremos y la bancamos a muerte, y para desasosiego de esa oposición destituyente que creyó que a partir del 29 de junio la tenían en el buche. Hay algunos, como la Sra. Michetti, que prácticamente ni aparecen. Porque no tienen ni un proyecto, ni un argumento coherente para debatir; porque la consigna es oponerse porque sí, no importa lo que se diga.
Hoy la presidenta anunció la universalización del salario por hijo, 180 pesos por cada hijo menor de 18 años para los desocupados y trabajadores en negro. 180 pesos según para quien, significa un par de zapatos nuevos, un pantalón de marca, o la leche y el pan para los chicos. La medida tiende a garantizar la educación y control sanitario de los niños de los sectores más vulnerables. Pavada de decisión para seis millones de pibes.
¿Qué dirán ahora los ineptos de siempre? La cuestión es que en varias oportunidades los he escuchado decir que a partir del 10 de diciembre derogarán lo que a ellos se les cante. Esto es, en criollo, lo que perjudique a los monopolios y corporaciones que ellos defienden. Se muestran como futuros omnipotentes a partir del recambio legislativo. Estará en nosotros demostrarles cuales son sus límites.
