viernes, 15 de abril de 2011

La inseguridad de los pacientes

El texto que sigue fué publicado en la edición del diario Página 12, del martes 12 de abril.
En estos días se han multiplicado  los "operativos" mediáticos relacionados con la "inseguridad" que podría generar la decisión del Gobierno Nacional de retirar las custodias de la Policía Federal  a edificios publicos de la ciudad de Buenos Aires.
En ese marco, la palabra de un sacerdote que, además de ser el cura párroco de una zona afectada duramente por la falta de atención sanitaria, se ha desempeñado como enfermero en el Hospital Piñero, uno de los centros de los polémicos "paros" de médicos, enfermeros y empleados, suena como la voz de un fiscal  que llama a las cosas por su nombre.
Es reconfortante encontrar curas así, que viven y trabajan con y para los más necesitados.

La inseguridad de los pacientes
Por Francisco Olveira *



Después de más de cinco años, el pasado 18 de marzo renuncié a mi trabajo de enfermero profesional en el Hospital Piñero, puesto que era para toda la vida.Una de las principales razones que me motivaron fue el continuo maltrato al que veía sometidos a los pacientes, la gran mayoría de ellos pobres, muchos de ellos extranjeros.


Por eso me indigna tanto este paro por “seguridad” cuando el causante de la inseguridad en un 95 por ciento es un sistema perverso que expulsa a los pobres de la atención de su salud; un sistema que ve en el paciente alguien que viene a molestar y no alguien que no sólo tiene derecho a la salud, sino que tiene derecho a exigir salud y trato digno.


Hagan la prueba: vayan un día al estacionamiento del hospital donde solo entran autos de los trabajadores. A las 7 podrá estacionar donde quiera; a las 8.30 empezará a ir llenándose; tipo 9 casi lleno; 9.30 lleno; no desespere, desde las 11.30 el estacionamiento comienza a vaciarse, a las 13 estacione donde quiera nuevamente.


¿Cuánto trabaja un médico? Haga usted la cuenta. Que no son todos, seguro, que son muchos se lo aseguro, los he visto llegar a las 9 e irse a las 11.30 con toda impunidad a su trabajo privado. Por eso, digo que el 95 por ciento de la inseguridad la crean los mismos que ahora se rasgan las vestiduras; en un hospital conseguir un turno es una odisea, no ya que te operen, para eso hay que llegar muriéndose a la guardia; ni intente sacar los turnos que requerirá, pues los estudios se le irán venciendo hasta que pierda la paciencia.


Esto no es un paro, esto es devolución de favores, es hacerle el aguante a Macri, que ya no puede sostenerse más que con gente ineficiente como él. No digo que no haga falta algún tipo de seguridad en un hospital, pero sí que lo que hace falta es recuperar el hospital público y que el trabajador, se llame médico o enfermero, se acuerde que quien le paga el sueldo no es alguien que viene a molestar, sino alguien que está enfermo y tiene derecho a su salud. Se acabaría la mayor parte de los problemas que no son otros que la desesperación de no verse atendido, de ver a su familiar desamparado.


Por eso, muchos trabajadores de salud (aunque no se quiera visibilizar sus voces por los medios dominantes) están en contra de este paro del cual no fueron consultados y asqueados por este tipo de conducción sindical que sólo busca mantener privilegios y no el bien de la gente.

* Enfermero y párroco en la Isla Maciel.

lunes, 11 de abril de 2011

¿DONDE ESTAN LAS RAYAS BLANCAS?

A mediados del mes de diciembre de 2010 una cuadrilla colocó a lo largo de la Avenida Cabildo, desde el cruce con la Avenida General Paz (conocido como Puente Saavedra), una serie de cartelitos amarillos que decían algo así como “Haciendo Bs. As. Plan de pavimentación 2011”



En Navidad ya habían comenzado a romper el asfalto. Lo levantaban, lo “procesaban” en unos volquetes que seguían a las máquinas y lo volvían a colocar. Luego pasaban unas aplanadoras medianas y aplastaban la nueva “pasta negra”.

En total, las obras se extendieron por más de 3 meses.
No es necesario describir las congestiones de autos, micros, colectivos, camiones, y otros vehículos, que se produjeron en la zona a lo largo de todo el verano.

Finalmente las máquinas se retiraron.
Pero, a lo largo de esas 14 o 15 cuadras, se ha producido una situación que genera incertidumbre en quienes recorren la Av. Cabildo.
En siete de los cruces de calles han desaparecido las tradicionales “sendas peatonales”

Avenida Cabildo y Besares: 2 sendas dobles + 2 sendas simples = 6 sendas

Avenida Cabildo y Vilela : 2 sendas dobles+ 2 sendas simples = 6 sendas

Avenida Cabildo y Paroissien: 2 sendas dobles + 2 sendas simples = 6 sendas

Avenida Cabildo y Manzanares: 1 senda doble + 1 sendas simple = 3 sendas

Avenida Cabildo y Jaramillo: 1 senda doble + 1 sendas simple = 3 sendas

Avenida Cabildo y García del Río: 1 senda doble + 3 sendas simples = 5 sendas

Avenida Cabildo y Larralde: 1 senda doble = 2 sendas
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TOTAL = 31 SENDAS

Existen 3 hipótesis diferentes:

a) Los trabajos de “repavimentación” comenzaron a mediados de diciembre del 2010, y terminaron a fines de marzo de 2011.  Es posible que, después de más de 90 días para “repavimentar” 14 cuadras, los responsables del trabajo hayan olvidado la terminación que debía tener el trabajo.


b) Alguien se robó las rayas blancas de las sendas y las está vendiendo en el mercado negro.

c) Se trata de un pavimento PRO vehículos y no PRO peatones.
Los peatones deberán cruzar como y donde puedan.
Caminar buscando la senda peatonal más cercana es un buen ejercicio,

En todos los casos se solicita a los automovilistas que circulan por la zona, que imaginen que las rayas blancas están pintadas, detengan sus autos ante el semáforo en rojo, y respeten lo que se conoce como “senda peatonal”,  en este caso imaginarias , para que los peatones puedan cruzar sin peligro.




Por último: se solicita a quienes encuentren rayas blancas abandonadas las entreguen en la Dirección de Obras del Gobierno de la Ciudad.