sábado, 18 de julio de 2009

LA ÚNICA VERDAD

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) emitió un comunicado donde esclarece determinas situaciones, que se instalan maliciosa y erróneamente en la opinión pública desde los principales monopolios mediáticos. El documento describe, como dice en sus párrafos finales, algunas de las anomalías que, en diferentes áreas del organismo, caracterizaron su funcionamiento hasta enero de 2007. Este documento ha sido enviado a los medios gráficos y televisivos, pero sin embargo no ha sido difundido, poniendo en tela de juicio el derecho a réplica al que todos tenemos derecho, valga la redundancia. Como bien dice el compañero Fierro, opinólogos sobran; opinemos pero con fundamento, explorando las dos caras de la moneda. Informándonos, no nos podrán manipular mediáticamente. Para leer el documento completo ingresen en la página web del Instituto:
www.indec.gov.ar
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13/7 "Comunicado al personal"

miércoles, 15 de julio de 2009

LA PROPUESTA DE FIERRO


DICE EL COMPAÑERO FIERRO; SU PROPUESTA

Cuando es igualmente grave estar en los dos bandos o no estar en ninguno
Vivimos en una sociedad de opinólogos. Todos los argentinos nos consideramos capacitados para formar la selección de fútbol. De igual modo, todos nos sentimos habilitados para opinar sobre estadísticas. Incluso algunas personas que tienen dificultades para resolver una regla de tres simple. Pero de estadísticas opinamos todos. Y si se trata de las del INDEC, lo hacemos con una contundencia que nos envidiarían los grandes científicos de la historia, Einstein incluido.
Sin embargo, sería muy simple culpar a “doña Rosa” de ignorar qué es un índice. Los periodistas y los “técnicos” de la oposición se han ocupado sistemáticamente de confundir la información que circula para que todo lo que hace el organismo oficial aparezca rodeado de una aureola de desconfianza.

Por otra parte: ¿se pude reclamar objetividad, claridad conceptual y precisión informativa al periodismo, cuando muchos funcionarios oficiales que circulan por canales, radios y diarios, manifiestan su duda, que en algunos casos llega a desconfianza, con respecto a las estadísticas oficiales? Y se viene dando una situación alarmante: la proliferación, cada vez mayor, de opinólogos en los elencos de gobierno. Así como cualquier argentino, por el solo hecho de haber pateado una pelota en su niñez, se cree habilitado para hacer y deshacer la selección de fútbol de nuestro país, muchos funcionarios, tal vez brillantes gestores en su área de responsabilidad pero que no conocen nada de estadísticas simplemente porque no las utilizan ni las necesitan, se convierten en “opinólogos” cuando acuden a un programa periodístico y son interrogados por los conductores sobre el INDEC.
¿Cómo puede alguien sorprenderse de la desconfianza que transmite la prensa (escrita, oral y televisada) sobre los índices oficiales, si hay, opinando, funcionarios que no han pasado por la puerta del INDEC en muchos años. Si lo hubieran hecho deberían conocer que, hasta no hace mucho, era el único organismo del Ministerio de Economía sin control de acceso. Sin embargo emiten juicios de valor sobre lo que se hizo y se “deshizo” en el Instituto y se prestan, casi gustosos, a alimentar la “sensación de dudas y desconfianza” que le proponen los conductores.

He tendido la oportunidad de escuchar, en más de una ocasión, al flamante Jefe de Gabinete de Ministros citar que en la antigua Grecia, cuna de la democracia occidental, había una norma que condenaba dos actitudes que eran repudiadas y castigadas con el mismo rigor: “cuando estaban en juego los intereses de la Ciudad-Estado, era igualmente grave estar en los dos bandos como no estar en ninguno”
Los griegos ya nos hablaban de lo que representa pertenecer, comprometerse. ¿No debería cada funcionario opinar de lo que conoce, y abstenerse de formular juicios sobre aquello que no conoce? ¿No sería más prudente responder: “no conozco el tema”, “no es mi área de gestión”, “confío en los restantes miembros del equipo de gobierno”? Y si así no fuera, si dudara de la claridad de procedimientos del elenco de Gobierno que él mismo integra: ¿no debería retirarse a su casa, envuelto en sus dudas?
¿Puede ser tan fuerte la presión que representa estar frente a un micrófono o una cámara que haga olvidar el respeto que merecen como trabajadores, y como personas, quienes integran la dotación del INDEC? ¿Ignoran quienes se prestan a emitir esas opiniones cargadas de ambigüedad y escepticismo, que cada persona que trabaja en el INDEC sufrirá en su entorno familiar, profesional y social, la misma sospecha que el funcionario abona con sus comentarios?
Con el derecho que me dan muchos años de historia peronista, y con la certeza de que YO SI estoy en uno de los bandos, me atrevo a sugerir una acción que le haría mucho bien a la gestión de la Presidenta, a todo el Gabinete, a los trabajadores del INDEC injustamente agraviados y, por supuesto, a todos los argentinos.
Mi propuesta sería la siguiente:
1°) Convocar a una reunión extraordinaria de ministros, secretarios y subsecretarios y titulares de otros Organismos oficiales. Reunir a todos en un salón amplio, cómodo, para estar todo un día.
2°) En dicha reunión, todos los funcionarios que han participado en la gestión del INDEC desde que se resolvió relevar a las anteriores responsables del Instituto y los diversos sectores del mismo, deberían exponer ante el auditorio de funcionarios, entre otros temas: a) todas las irregularidades que se detectaron. b) quienes eran los responsables c) cuáles fueron las acciones correctivas que se ejecutaron, y aún se ejecutan d) cuáles fueron los cambios de procedimientos y controles que se implementaron e) cuáles son las reestructuraciones actualmente en curso para corregir los desvíos y el descontrol preexistente. 3°) Todos los miembros del gabinete tendrían oportunidad de hacer conocer todas sus dudas con relación al funcionamiento del organismo, y a las estadísticas que produce, y encontrar las respuestas a sus preguntas. La reunión debería tener toda la extensión necesaria para que NO QUEDARA NINGÚN FUNCIONARIO con dudas sobre la legitimidad de las estadísticas que genera un organismo del Gobierno al que pertenece.
Si no fuese porque parecería una chanza, también sugeriría que, después de la presentación, los funcionarios presentes tuvieran 24 horas para estudiar la información que se les facilitó y, luego completaran un “multiple choice” para verificar qué es lo que han entendido.
En el formulario se les debería recordar la máxima de los griegos sobre lo reprochable de “estar en los dos bandos o no estar en ninguno”.
Después…cada uno estaría en condiciones de elegir en que bando está

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