viernes, 10 de agosto de 2012
Profunda vergüenza de ser blanco y porteño ante las multitudes humilladas, estigmatizadas, despreciadas.
(Alejandro Kaufman este domingo a la medianoche en La otra.-radio) FM La Tribu. 88,7.
por Alejandro Kaufman *
El heredero de los descuartizadores de Tupac Amaru se dice periodista.
El heredero de los descuartizadores de Tupac Amaru se dice periodista.
No es del todo una novedad: la profundidad en
que la profesión se convirtió en delación, práctica mercenaria, miserabilidad,
corrupción.
Ninguna originalidad. Heredan y prosiguen lo
perpetrado durante cinco siglos.
Malignitate falsa species libertatis
inest.
En la malignidad hay una falsa apariencia de
libertad.
La Inquisición usa cámaras de TV, ahora.
Ir a preguntarle a un destinatario de
segregación racista si es cierto lo que dicen sobre él es un acto racista
clásico, de manual.
El racismo contiene a veces un componente de
ignorancia y estupidez que se verifica plenamente en este caso.
Problema: el bajísimo umbral de sensibilidad
para el RACISMO que tenemos y que no aparece como prioridad modificar.
Los indios tienen que ser pobres, miserables,
sometidos, desorganizados, infelices. Si no, son peligrosos, temibles,
inciertos, preocupantes.
El monstruo mediático usa su desmesurado poder
para someter a una multitud bajo la amenaza de una campaña difamatoria.
La cultura argentina tiene que ser dada vuelta
como un guante respecto de la convivencia, la diferencia, la consideración hacia
la otredad.
REPUDIAR la frivolidad racista, impune,
miserable de un mercenario infame.
*
Este post fue editado a partir de tuits de Alejandro
Kaufman.