miércoles, 27 de octubre de 2010

NESTOR KIRCHNER Y SU FUEGO

Eduardo Galeano escribió en “El libro de los abrazos”:


“El mundo es eso.
Un montón de gente, un mar de fueguitos”

“Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fueguitos iguales.

Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman.

Pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear,

Y quien se acerca, se enciende”.



Y yo me permito agregar:

Néstor Kirchner es uno de esos fuegos.
Un fuego que nos encendió a todos y nos sacó del frío paralizante en el que nos habían dejado “los 90”.
Nuestro compromiso es trabajar cada día para mantener encendido ese fuego, y hacerlo crecer y crecer, hasta lograr que su calor llegue a todos los rincones de nuestra Patria y a todos sus habitantes.

Gracias Néstor.
¡Tu fuego seguirá encendido!

EL SER Y NO SER DEL CENSO


Hay gente que presume que la imagen de si misma que ve en el espejo del ascensor es la que tiene. No se da cuenta que esa es la imagen relativa y distorsionada por nuestra propia autoestima. Nos vemos como creemos que somos. O como quisiéramos que fuésemos. El censo de mañana va a ser como si en aquella previsible imagen del ascensor se produjera un cambio inesperado. Hay que estar dispuesto a verse distinto. Y dejando de lado esas sonseras como la de esperar al censista con custodia y con el celular conectado al patrullero, o responder el cuestionario en la vereda y desde atrás de la puerta, el resultado del censo en el cual estaremos incluidos cada uno nos encontrará multiétnicos, multisexo y multiesparcidos. Nos encontrará más multi que uni. Va a haber sorpresas. Ya que es posible que se legitime una Argentina sincera menos sujeta a tantos prejuicios conservadores. Y que al cotejarse tantos datos se nos revele que hay más orígenes afro y de culturas aborígenes que los que nos inculcaron como blancos-europeos. Y quizás nos superen los morochitos y los criollos y disminuyen los nariz pa´ arriba; y nos descubramos más latinoamericanos que vasco franceses y toscanos. O que el estilo rioplatense empieza a tener competencia andina. También la familia tipo en todo este tiempo habrá estado cambiando a familia ensamblada, a familia fugaz, familia alternada o familia compartida. O a familia al voleo, tan legítima como la de fiesta de casamiento. La previsible tierra de machos con hembras y viceversa, a lo mejor concluye en la revelación de que hoy sea también tierra de varón con varón, de mujer con mujer, y de algún otro tipo de vínculo. No imagino desmesuras como la de que cuando se conozcan las consecuencias del censo, la Argentina se retrate en la monstruosa dualidad de Mr. Hyde y el Dr. Jeckyll, o de civilización y barbarie. Tal vez el censo demuestra que somos más instruidos que lo contrario; más jóvenes que viejos y más propietarios que inquilinos. Y no hay que perder las ilusiones de que haya más argentinos orgullosos de serlo. Pero cualquiera sea el nuevo rostro que tengamos será el nuestro. El de hoy: y en movimiento. Sería deseable no desencantarnos si nuestra imagen es otra. Toda nueva señal que no previmos en nuestra fisonomía por algo está: porque es nuestra. Y cualquier variación que rompa hábitos o tradiciones forzadas y a veces hipócritas hay que asumirla como una evolución de la franqueza. Mentirnos es ignorarnos. Por eso al censista se lo recibe con franqueza y se responde a sus preguntas honestamente. Porque nos están retratando para un relato nuevo. Seguramente menos estereotipado y menos presunto.Carta abierta leída por Orlando Barone el 26 de Octubre de 2010 en Radio del Plata.
Escrito por Orlando Barone en 1:55 PM


¿Leyeron bien?
Bueno... ahora vayan a preparar el mate para convidar al censista.
Eso sí: no lo demoren mucho porque tiene que trabajar.
Y ustedes no son los únicos que quieren ser censados!!!