ADN Y TEORÍA SOBRE EL ODIO

La verdad, no sabía cual frase elegir para dedicarle a la extraviada diputada: "chupate esta mandarina", iba a sonar de vejestorio. "Atajate ésta", no me gustaba demasiado. Me parece que la de Diego es la que más le cuadra a esta señora, que delira, inventa, pero también ofende la inteligencia del pueblo diariamente. Uno de sus último exabruptos, fue quizás uno de los más lacerantes, al oponerse y denigrar el nuevo proyecto para la obtención de ADN. Pero la Cámara de diputados acaba de darle media sanción a la incorporación de nuevos procedimientos para extraer ADN en los casos de apropiación de niños durante la dictadura. El proyecto le da carácter nacional al Banco de datos genéticos, que dependerá del Ministerio de Ciencia y Tecnología. 154 votos a favor así lo decidieron. Quizás, una vez sancionada la ley, se cierre el oscuro y vergonzoso caso de los Noble. Pero volviendo a la extraviada diputada, tengo una teoría que quiero compartir con los blogueros y conocer su opinión: la señora mantiene un encono pocas veces visto contra Néstor Kirchner; la última payasada fue la de la carta a las embajadas, acusándolo de usurpar el poder. A mi me llama la atención tanto odio, porque con el odio pasa algo similar a aquellos que se van tanto a la izquierda, que terminan siendo de derecha. Es decir, odia tanto que al final parece amor. Ahi llegamos al punto, mi teoría afirma que Elisa en realidad no odia a Néstor, sino que lo desea. Se muere por tener un hombre así y sabe que es imposible. Y por lo tanto odia a Cristina, porque ella lo tiene. Ese odio es una cuestión de calentura, de deseo frustrado. De saber que no es pa todos la bota e potro. Por eso también le cuadra la frase de Diego, pero con una diferencia: Elisa quiere pero no puede.